viernes, 25 de junio de 2010

La familia

Todo el mundo se empeña en tocar los huevos con el temita de la familia. El hecho de tener unos padres, unos hermanos, unos hijos, una pareja ni mucho menos te asegura que tengas una familia.
Evidentemente no estoy hablando de la acepción opusina que se le entrega, hipócritamente, a la palabra familia, estoy hablando de lo que, social y emocionalmente, las personas sienten que es una familia.
El hecho de que tu padre te deje en herencia millones de euros y una propiedad en Torrevieja, no le convierte necesariamente en tu familia si resulta que, tras más de veinte años de convivencia no tiene ni puta idea de quién coño eres. Si tienes hijos y les quieres más que a nada en el mundo pero ellos no te hacen ni puto caso, te tratan como un bulto que les estorba y encima te reprochan todo y te cargan con culpas absurdas pero aún encima siempre van a pedirte dinero, no es una familia, es una lacra.
Una familia no tiene que ser obligatoriamente cosanguínea, una familia es gente que está a tu lado, siempre, que te critica lo malo, te abala lo bueno, te insulta y te cubre de loas, pero siempre con un mismo objetivo: pretender hacer de tí una persona tranquila, conforme y FELIZ.
La incondicionalidad que se supone ha de tener una familia, muchas veces no se encuentra en los progenitores, o los dencendientes. Más fácil es encontrarala en los hermanos, primos, y sobre todo en amigos.
Uno puede querer mucho a sus padres y hermanos, por descontado puede adorar de forma enfermiza a sus hijos, puede llevar una perfecta vida en pareja sin mayores complicaciones que las normales, pero por sobre todo siempre estarán los amigos. No hablo de los colegas, ni de los compañeros de trabajo, hablo de los amigos de verdad. Esos que dejan de hacer cualquier cosa si es que uno les necesita. Esos que siempre se sienten cercanos aunque estén a millones de años luz de distancia. Esos que están desde que aparecen hasta que se te comen los gusanos. A los que uno no tiene problemas ni vergüenza en contarles cualquier cosa, buena o mala. La única gente que realmente te conoce, porque es la única gente a la que realmente te muestras.
Por esto, amigos, es por lo que no os considero amigos, sino más bien HERMANOS.
Os quiero.

3 comentarios:

  1. Pues vaya, esperaba algún insulto. Me quedo frio sin ninguno.
    La verdad, si deja de haber improperios en tu blog lo abandono. ¡Es una amenaza!

    Frmdo.
    Cabecita de Ajo.

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  2. Tienes razón Cabecita de Ajo, me puse melancólico al escribir esto. Por optra parte, si llego a saber que tengo algún seguidor me hubiese cuidado. Descuida que continuarán los improprerios, el mundo se los merece y mucho.

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  3. Jaja. Eso espero.
    Gracias J.

    Frmdo.

    Cabecita de Ajo.

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